neblina en tu madrugada,
eco de tu tibia voz
suave como un beso,
que sobre tu boca se posa
y aunque no acierto a tenerte
de este lado,en mi almohada,
el aroma de tu cuerpo
en sueños me persigue
embriagándome de olores
deseo, pasión y fuego,
y siento desde mis huesos
una sensación que me desgarra,
que me oprime en silencio
y en silencio me desgasta.
Y escucho entonces tu voz
sobre el silencio y la nada,
como la mano tendida
del náufrago a la esperanza.
Y vuelvo a soñar despierta
desvanezco sobre mis ansias,
reconstruyendo mi vida
del amor que se me escapa,
con miedo a que se me pierda
pues con ello pierdo el alma.
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Deja un halo de luz en mi paraíso, y ella será el calor que me cobije.